Por favor, que alguien le comente al responsable de los cambios meteorológicos que ya hemos comenzado octubre. ¡No me lo puedo creer! Hoy a mediodía he visto los 28ºC en un termómetro situado en la puerta de mi casa. ¿Cuando va a bajar la temperatura? Hay quien todavía no se ha enterado de que ya ha entrado el otoño.
Bueno, pues aprovechando este desfase climático os quiero presentar la última parte de mi viaje a la región de Poitou Charentes.
Y si la vez anterior os hablaba de Las ostras de Marennes, en esta ocasión le toca el turno a los MEJILLONES y a uno de mis sitios preferidos: Illé de Re, una de las joyas de la costa atlántica.
Hace casi 10 años que no iba a visitar la isla pero tengo que reconocer que sigue siendo un lugar mágico. Su acceso a través de un puente de unos 3 kms. de largo, cuyo peaje ronda los 17 €, es suficiente aliciente para disuadir a cualquier visitante ocasional. Y ahí está el milagro. Pocos coches, un carril bici comunicando todos los puntos interesantes y únicos de la isla, mareas de ida y vuelta en agosto, playas a mar abierto y otras al borde de la actividad frenética de las nasas con moluscos, zona boscosa, y pequeños puertecitos con unos restaurantes encantadores.
Y si la vez anterior os hablaba de Las ostras de Marennes, en esta ocasión le toca el turno a los MEJILLONES y a uno de mis sitios preferidos: Illé de Re, una de las joyas de la costa atlántica.
Hace casi 10 años que no iba a visitar la isla pero tengo que reconocer que sigue siendo un lugar mágico. Su acceso a través de un puente de unos 3 kms. de largo, cuyo peaje ronda los 17 €, es suficiente aliciente para disuadir a cualquier visitante ocasional. Y ahí está el milagro. Pocos coches, un carril bici comunicando todos los puntos interesantes y únicos de la isla, mareas de ida y vuelta en agosto, playas a mar abierto y otras al borde de la actividad frenética de las nasas con moluscos, zona boscosa, y pequeños puertecitos con unos restaurantes encantadores.
Y hay algo común en cada restaurante de la isla. Un plato que se repite en todas las cartas: MOULES-FRITES. Una receta de la que no voy a cuestionar su origen belga o francés, pero sí que puedo asegurar que para mí es como una pequeña obsesión. Mejillones al vapor con una salsa y un gran plato de patatas fritas para mojar. Como os he contado antes, estuve en Ille de Ré hace algunos años y en esos días no paré de probarlas en todas sus posibles versiones: a la crema, al curry, al roquefort, a la marinera ...
Hoy he decidido hacer la versión que más me gusta: a la crema. Y, como no, he hecho un pequeño cambio sustituyendo el vino blanco por una cerveza típicamente francesa: la kronenbourg.
Para empezar, tengo que reconocer que fue una gran suerte encontrar este tipo de mejillones en Madrid. Los tenían en una pescadería estupenda que está en el mercado de Chamberí, en la calle Alonso Cano. Mejillones típicos de la bahía de Aiguillon, en la región del Charente Maritime, donde abundan los centros de cultivo de este marisco tan especial. Ya os hablé de la "ostricultura" de la zona, no menos importante que los centros de "miticultura", que es como se denomina al cultivo de los mejillones.
A este mejillón se le llama "bouchot". Es el nombre del palo de madera que se encaja en las zonas de ciénaga, alrededor del cual se van enrrollando las cuerdas con las larvas de los moluscos y se terminan protegiendo con una red gruesa alrededor. Para mí tienen un sabor muy especial.
INGREDIENTES
- 1,5 kg. de mejillones franceses (pequeñitos)
- 2 cebolletas
- 2 ramas de apio
- Aceite de oliva virgen
- Un poquito de mantequilla
- Nata para cocinar (35%)
- Cerveza Kronenbourg
- Sal
Para empezar, como siempre, limpiar bien los mejillones por fuera (en mi caso, venían muy limpios). En una cazuela poner una cucharada de aceite de oliva y un poquito de mantequilla. Cortar las cebolletas y las ramas de apio en trocitos pequeños y pochar en la mezcla del aceite y la mantequilla.
Añadir la cerveza, dejar que cueza un poquito y rectificar de sal. Poner los mejillones y dejar que se abran soltando su jugo. He preferido hacer los mejillones directamente porque estaban muy limpios.
Para terminar, ponemos un poco de nata para cocinar y los dejamos hervir un poquito más. Y esto es todo. Bueno no, buenísimo.
Y para terminar, os presento un pequeño reportaje de dos tiendas que me llamaron mucho la atención en Saint Martin de Ré.
Pastelería Maison La Goule |
Como siempre, una tienda donde los "props" acudían a mi paso |
Mi novio es de esa maravillosa región. Estuvimos en Ile de ré hace unos años..me encantó! Los mejillones los comí en la Rochelle. Están riquísimos!
ResponderEliminarbesos
Cósima me encanta esta receta y el viaje...que bonito!
ResponderEliminarMi marido es adicto a los mejillones, o sea, que se los voy a hacer muy pronto!
Gracias guapa y besitos!
Gemma de Food&Cakes by GB
Querida, cuantos conceptos nuevos....illa de Re, (creo que está cerquita de dónde la peli que TIENES que ver..jajajaja), mejillones bouchot y miticultura... así me gusta, no me acuesto sin saber cosas nuevas...
ResponderEliminarQue color tan bonito tienen tus mejillones y que rica tiene que estar esa salsa....y vaya mejillones con rocquefort, me parecen lo más...(pondrás la receta algún día??????)
me ha encantado... y feeeeeliiiiiiiiizzzzzzzz fin de semanaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!
Como bien dices, no sabemos de donde es el origen de los mejillones con patatas fritas. Lo que sí está claro que es el plato nacional de Bélgica. Estuve hace 7 años en un pueblo de Bélgica, Bornem, en una casa particular. Era a finales de junio y estaban como locos por ser los primeros en probar los mejillones de temporada. Tienen absoluta devoción por ellos. Recuerdo que comimos kilos y kilos con patatas fritas con aceite de cacahuete, eso sí. Es imposible saber el número de recetas que tienen para elaborarlos. Gracias por enseñarnos un poco más de tus viajes por Francia y mostrarnos que no todos los mejillones son iguales. Por cierto, me quedo con la clóchina valenciana. Su sabor es inconfundible. Buen fin de semana en Tarragona.
ResponderEliminarOhh Siii MOULES-FRITES!!! no me canso de comerlos cuando me acerco a tierras francesas!!! delicioso
ResponderEliminarBss
Oye, que mejillones más ricos y que viaje más bonito. Un beso.
ResponderEliminarDesde luego esos mejillones tienen un aspecto y color inmejorables, me puedo imaginar cómo estarían tras pasar por tu cocina.
ResponderEliminarQué ganas me están entrando de visitar esa zona: gastronomía y tiendas divinas es una combinación irresistible para mí.
Besos y feliz finde
En Bélgica los cocinan de la misma forma, es un plato delicioso. Fantástico reportaje.
ResponderEliminarUn besote.
Hola guapa.
ResponderEliminarSi encuentras al inútil que no programo bien las estaciones del año, avisame, estoy cansada de tanto calor.
Como siempre tus viajes nos transportan a regiones que no conocemos. Esta parte francesa , la anoto en mis viajes futuros, estoy segura que me encantará.
Como siempre alucino con tus fotos y esos mejillones que se salen de la pantalla. Cierto que los mejillones se pueden hacer de mil maneras, con la crema tan sencilla que nos propones, no dudo de lo ricos que deben estar, además este molusco es sano, rico , cargado de proteína y muy bajo en calorías.
Me has animado a preparar una entrada con mejillones, me he pasado medio verano, haciendo mejillones para el aperitivo, aunque ya sabemos que en España no es la mejor época para consumirlos, ya sabes lo que se dice, que los meses que no llevan "r" no es tiempo de mejillón.
Bss.
Buenos días un plato con estas características y con estas fotos que nos muestras ya tengo el día felíz.Besos
ResponderEliminarBonito reportaje, y rico plato de mejillones!! :)
ResponderEliminarBesitos
Da gusto ver tus fotos e imaginarse el sitio, me gustan mucho los mejillones probaré la receta aunque no sena franceses :)
ResponderEliminarHola cosima, te acabo de conocer, me ha gustado tu entrada, voy a leerte poco a poco las otras... Un beso desde Murcia....por cierto, bonito nombre....
ResponderEliminarComo me gustan esos mejillones! Francia es un país al que nos escapamos siempre que podemos. La costa oeste nos queda un poco lejos, pero tengo muchísimas ganas de visitarla! Besos
ResponderEliminarMe encantan los mejillones pequeños, como ya te he dicho en alguna ocasión la cocina francesa y encima le has dado tu toque personal con la cerveza. Me encantan tus reportajes y tus fotos. Tengo unas ganas enormes de volver a Francia ahora que mi paladar está más educado para percibir las delicias culinarias.
ResponderEliminarBesos
Nos ha gustado y mucho, estas entradas son preciosas, con esas fotos!!! y bueno, esos mejillones pequeñitos nos parecen buenísimos...
ResponderEliminarun abrazo
Muchas gracias, guapa! Realmente deliciosos, y un viaje que me encanta!
ResponderEliminarBesos y feliz semana, guapa!
Me encantan los mejillones!!! al vapor, al vino, a la crema, a la cerveza, por cierto no sabía que la kronenbourg fuese francesa, pero al roquefort??? madre del amor hermoso!!! yo quiero probarlos, no me imagino el sabor, uff!! tendré que acercarme a la isla, no?
ResponderEliminarUn beso, guapa
Me parece que nunca he estado en esta isla!!!! Pero me guardo el nombre porque me ha encantado!!! Estos mejillones son una delicia. besitos
ResponderEliminarhe estado hace mas de 15 años en esta zona y guardo gratos recuerdos del paisaje y de la gastronomia incluido los mejilones.
ResponderEliminarEsta manera de hacerlos en muy novedosa para mi porque vino,mantequilla y cebolla si que le habia puesto pero cerveza y apio no,Guardo la idea.
bss
Los mejillones y yo no estamos enamorados, aún así la forma en que los has preparado son una gozada y me sé de uno que le fascinan!
ResponderEliminarMe enamoré de la "Maison", me recuerda a una pequeña pastelería artesanal en Malá strana ...me encanta el recorrido es una belleza!!
Una maravilla de entrada.
ResponderEliminarLa receta FABULOSA, yo soy de las que abre los mejillones al vapor y se los come con un chorro de limón, así sin más, pero vamos que si me los pones así de ricos como los tuyos también me los come, pero ... es que soy la tía ansias, jajaja y cuando compro mejillones de los grandotes, es como más me gusta para no enmascarar el sabor del mejillon, naaa chalauras mías jajaja.
Las tiendas preciosas, pero ... recuerda ... si vas en bici no podrás cargar jajajajaja.
Besotes
Qué ganas me han entrado de escaparme a Francia y pedir un buen plato de mejillones con cerveza, y eso que no soy muy fan ni de lo uno ni de lo otro, pero tiene tan buena pinta...
ResponderEliminarMe ha encantado!!!!! Yo los he comido en París, una vez, y son esas cosas que no olvidas nunca, que ricos!!!! También conozco toda la zona de La Rochelle, son alucinantes los pueblecitos, las playas, me ha encantado tu entrada me ha transportado a momentos muy felices en ese viaje que hice, un abrazo
ResponderEliminarpues sin duda un desptino apuntado , nos lo estuvimos mirando para semana santa .. me encantó leer tu propuesta así . besos guapa
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