EMPANADA DE ESPÁRRAGOS, BACON, BURRATA Y BOLETUS

Esta receta de hoy llega con un poco de retraso. Siempre me gusta participar en determinados retos blogueros porque me obligan a plantearme una receta de una forma creativa. Es un incentivo para intentar hacer algo distinto sobre un tema sugerido. 

Sé que hay veces que la vida no nos da para más y no podemos llegar a todo lo que queremos (sobre todo yo, que procuro que el blog no tome el control de mi vida y que todo ésto sea un paseo placentero). Pues bien, cuando más te apetece participar en algo, mas se tuercen las cosas. Y encima, en este caso concreto, me apetecía mucho por cuestiones personales. Cuando una amiga tuya hace un concurso, reto, convocatoria o lo que sea, es algo que ni te planteas. ¡No puedes fallar!!

Como ya sabréis casi todos, os estoy hablando del concurso lanzado por Yolanda en su blog Cocido de Sopa. Con un magnífico libro como premio, nos convocó para realizar una receta relacionada con la temática del mismo: pasteles, pastas, merengues, tartas o panes, y tanto dulces como salados. Más fácil imposible. 

Enseguida me puse a pensar qué podría hacer. En mi caso, eso es lo que ha complicado todo. Si me dejan muchas opciones, me pierdo. Se me ocurrieron un montón de cosas divertidísimas. Al final yo misma me puse un reto personal: un pastel increíble que prometo hacer en otra ocasión porque, si sale como yo quiero, puede estar de muerte. Además, ese compromiso lo adquirí con mi joven ayudante, y las dos nos hemos quedado muy "chafadas" sin poder regalárselo a Yolanda. 

Cuando vimos que se nos echaba el tiempo encima y que solo teníamos dos días por delante, nos propusimos sustituir la maravillosa masa quebrada que íbamos a hacer a mano (aunque no lo sepa mucha gente, suelo hacer unas masas muy ricas y diferentes), por otra comercial. El problema es que mi ayudante y yo fuimos tentadas a 48 horas de la fecha límite de presentación con un tema muy divertido: un concurso de pinchos, del que ya os hablaré en otro post. 

Resumen, como el tiempo se acababa tuve que intentar algo por la vía más rápida y fácil. Ahí entraron en juego mis socorridas empanadas. El jueves por la noche preparé el relleno, y el viernes pude hornearlas y hacer la sesión de fotos. Cuando estaba terminando de editarlas, me dí cuenta de que ya era imposible cumplir con el plazo establecido, a no ser que, como Cenicienta, abandonara la cena a la que estaba invitada antes de las 12:00 (cosa poco probable). Pero mientras iba en el coche toda apesadumbrada por no haber llegado a tiempo, se me encendió una lucecita y me acordé de tres palabras maravillosas que había estado intentando no pronunciar: FUERA DE CONCURSO. No tenía por qué agobiarme por no haber podido llegar a tiempo. Lo importante es llegar y poderle dar a tu amiga, aunque sea pequeñita, una participación en su evento.

Yolanda, con todo mi cariño, aquí tienes unas empanadas socorridas y estupendas. El mismo viernes las llevé a la cena en casa de mis amigos. Y el domingo, como tenía a 5 personas invitadas en casa, las volví a repetir. Ya te imaginas como fué. La primera persona entró a las 13:15 y las últimas se fueron a las 24:15 horas. Las empanadas cayeron en el primer asalto. Así que esta vez las empanadas han pasado doble prueba, el viernes y el domingo.

INGREDIENTES:
3 Cebollas medianas
1 manojo de espárragos verdes
150 gr. de bacon en tiras finitas
1 Boletus grande
1 bolsa de 12 láminas redondas de masa de hojaldre
200 gr. de burrata (mozarella de queso de búfala)

Aceite de oliva virgen
Sal

Pelar la cebolla y picar en trozos pequeños. En mi caso, como suele ser habitual, una vez pochada la he pasado por el minipimer, de forma que ningún comensal note el más mínimo trozo. Además, como la proporción de cebolla no es pequeña, me parece un paso imprescindible para no asustar a todos aquellos que salen corriendo en cuanto encuentran tan preciado componente en un plato.

En una sartén aparte se saltean los espárragos cortados en trocitos pequeños. Cuando todavía les falte un ratito, poner el boletus también cortado en cuadraditos. Tengo que decir que a mí las preparaciones me gustan muy "al dente". Es una cuestión de gustos, pero en este caso es doblemente importante porque luego el relleno se mete con las empanadas al horno. En una tercera sartén se pone dorar el bacon fresco cortado en tiras. Yo he utilizado bacon comprado al peso en la carnicería, en lugar de las clásicas cajitas en las que ya viene cortado. 

Cuando todo está en su punto, se mezclan los espárragos y los boletus con la cebolla en puré, se rehoga un poquito, se le pone el bacon y la burrata cortada también en trocitos. Se mezcla todo bien y se deja templar para poder rellenar las empanadas. En este punto conviene comprobar el punto de sal por si alguien considera necesario añadirle un punto más salado. La burrata es un queso fresco de leche de búfala, similar a la mozzarella. La única diferencia es que tiene una textura más mantecosa y suave, como si fueran fibras de queso, y su sabor es más dulce que el de la mozzarella. Por lo tanto, perfectamente se puede sustituir por esta última, o incluso por algún otro tipo de queso tierno, siempre y cuando no sea muy fuerte. Yo tenía ganas de probarla y me ha gustado muchísimo los hilillos de queso que colgaban a cada bocado.

En el paquete de láminas redondas de hojaldre vienen 12, con lo que he podido hacer 6 empanadas pequeñas, ya que en lugar de doblarlas a la mitad, se deposita el relleno sobre el centro de una de las placas y se pone otra encima sobre la misma superficie, sellando los bordes con algún tipo de dibujo al ir juntando y doblando la masa.

Colocar sobre una bandeja de horno con papel siliconado a 180º, con calor por arriba y abajo, pinceladas en huevo batido. Y esto es todo. Espero que os haya gustado. 

Yolanda, con todo mi cariño, ya sabes que los calendarios, las obligaciones, y las cosas prefijadas no son mi fuerte.